SÉPTIMA ENTREGA: GUIA DE SITIO Y TABLETS
Guías de Sitio
Apenas lanzado el curso, recibí una
carta de una referente firmada por
algunos guías de turismo, incluidos algunos de la Reserva Parque Luro, con una
airada queja contra la posibilidad de
que quienes hicieran el curso de guía de sitio pudieran ser competidores
desleales, como si La Pampa fuera un destino maduro con sobrepoblación de guías
de turismo. Les respondí lo siguiente:
Me dirijo a usted en respuesta a su nota de fecha “abril
2020” (cito). En la misma usted vierte diversas opiniones con motivo del Curso
de Guía de Sitio de turismo Cultural que esta Secretaría imparte, firmando la
misma en representación de un listado adjunto de guías.
Mi responsabilidad como funcionaria es dar respuesta a su
nota, aunque en momentos de emergencia, desazón, confinamiento y preocupación
de nuestra sociedad por la pandemia de coronavirus, en los que esta Secretaría
está abocada a brindar contención, orientación, información y motivación con
los medios a su alcance, me tome un tiempo del que no dispongo, ya que
permanentemente estamos atendiendo consultas con problemas de compatriotas que
desean regresar a sus hogares o que están enfrentando dificultades propias del
difícil momento.
A los efectos de lograr la mayor claridad en mis
respuestas, las abordaré según los planteos que usted ha presentado, citando
las partes de su texto:
“tristemente nos encontramos con la noticia de que la
Secretaría de Turismo está organizando un curso de Guía de Sitio cultural on
line y gratuito”: el equipo de este organismo oficial de turismo de la
provincia de La Pampa no escatimará esfuerzos para llegar con capacitaciones
virtuales a quienes las necesitan, de manera gratuita, con contenidos
desarrollados íntegramente por nosotros y por profesores universitarios con
títulos de magister, licenciados en turismo, técnicos y guías de turismo.
En cuanto al estado de ánimo que ello le produce, le deseo una pronta
mejoría.
“permitiéndoles a quienes completen el curso iniciar un
emprendimiento en el ámbito del turismo en sus propios lugares de residencia.
Una vez completado el curso, podrán adherir al Registro de Guías de Turismo, en
etapa de creación”: a los cursantes se les ha informado
fehacientemente que el curso es una herramienta de capacitación; que para
obtener una credencial habilitante del Registro de Guías en creación, deberán
1) cursar 2) aprobar el curso 3) solicitar la inscripción en el registro
cumpliendo los requisitos exigidos por la reglamentación, entre las cuales se
cuenta la situación ante la AFIP y 4) contar con la autorización del
administrador o propietario del lugar donde se van a desempeñar, para hacerlo
en carácter de Guías de Sitio oficialmente habilitados.
“les proponemos el reto de no generar guías truchos mal
formados y seguir degradando una profesión tan noble…”:
su propuesta denota una presunción de imposible comprobación. Entiendo que
quiere decir que los guías de sitio que cumplan con los requisitos antes
mencionados serán falsos. No especifica si se refiere a los contenidos, a los
profesionales que los desarrollaron (colegas suyos) o a los profesionales
(colegas suyos) que estarán a disposición asistiendo on line a los
cursantes, o si se refiere a que el organismo de aplicación no tiene
competencia para realizar capacitaciones. En cualquiera de los casos, su
aseveración carece de fundamento no sólo en los hechos sino además en el
andamiaje jurídico de la ley provincial de turismo 3092 y de la ley de ministerios
de la provincia que nos otorga competencia específica en la materia.
Usted expresa su deseo de “que los profesionales puedan
acceder a un trabajo digno en forma conjunta con los municipios en los que
viven y con el apoyo financiero del gobierno provincial”. No corresponde a esta
Secretaría indicar a los municipios las condiciones de acceso a puestos
laborales; en cuanto al apoyo financiero de la provincia, tampoco es resorte de
nuestra competencia. Obviamente, apoyamos todos los esfuerzos para que el
trabajo en cualquiera de sus formas se desarrolle en condiciones de dignidad
para las personas y justamente la capacitación es uno de los instrumentos para
contribuir con ello.
Usted también pontifica aseverando que “de ninguna crisis
se sale improvisando y generando competencia desleal”. Reitero, los contenidos
del curso en cuestión fueron desarrollados por un equipo conformado por
una Magister en Gestión y Economía del Turismo, una guía profesional de
turismo, una licenciada en turismo con posgrados en el exterior, una periodista
que se ha desempeñado como docente en la provincia y es experta en
comunicación, todas con vasta experiencia en sus campos de actuación comprobables
según sus CV, y lo imparten asistiendo a los alumnos, funcionarios y
profesionales de esta Secretaría.
Luego usted se ofrece junto con sus colegas, a impartir
capacitaciones para los guías. Nadie se lo impide, tiene plena libertad para
hacerlo.
También aboga por quienes se graduarán en la Universidad
Nacional de La Pampa, aduciendo que sufrirán la competencia desleal de los
guías de sitio que eventualmente, reitero, realicen en curso, lo aprueben,
obtengan permiso para guiar por parte de quien administra el sitio, y por
último cumpla con las exigencias administrativas y fiscales. Los guías de sitio
no estarán autorizados a realizar el trabajo de los guías de circuitos,
coordinadores o programadores de city tours u otros circuitos provinciales, no produciéndose
tan competencia desleal (si la fuera, porque los guías de sitio deberán contar
con permiso oficial y credencial).
En cuanto a su ofrecimiento para participar, a principios
de abril le enviamos el Proyecto de Normativa para la Regulación de la
Actividad de Guías de Turismo y Creación del Registro Provincial de Guías
de Turismo, a crear por esta Secretaría, solicitando nos señalara sus aportes y
observaciones, y ante su falta de respuesta, reiteramos el pedido el día 21,
habiendo recibido su respuesta el día 22.
Por último y para su conocimiento: la profesión en turismo
es competencia de las provincias, no delegada a la Nación. De manera que es el
estado provincial el que debe decidir si la regula o no, mediante la creación
por ley de un colegio profesional, o en el caso de nuestra provincia, mediante
la creación de registros con normativa específica.
El turismo no es una de las profesiones declaradas de
interés público según el artículo 43 de la Ley de Educación Nacional. Por lo
tanto, no requiere ser evaluada ni acreditada como tal en virtud de que no
conlleva, según la CONEAU, riesgo público. No obstante ello, se han creado en
el país nueve colegios de profesionales en turismo en diferentes provincias,
que en este momento tienen el control de la matrícula. No es el caso de La
Pampa, donde tampoco existe una asociación de profesionales en turismo.
Aspiramos a que nuestros cursantes para Guía de Sitio de
Turismo Cultural, puedan desarrollar su propio proyecto para desempeñarse en un
sitio que reciba visitantes, y desde allí complementarse con los guías de
turismo de circuitos provinciales y regionales, egresados o no de la
universidad. En nuestro país, debe haber lugar para todos los trabajadores y
trabajadoras y su desempeño debe ser enriquecido con todas las capacitaciones
que sean posibles, legales, pertinentes y competentes desde el ámbito público.
Más aún, en el difícil trance que estamos viviendo, que requiere de nuestra
responsabilidad, generosidad y solidaridad.
Sin otro particular, la saludo atentamente.
La pandemia y el encierro hacían que
cualquier publicación o novedad se ampliara y tomar a una dimensión desmesurada.
Una mañana de invierno de 2020: “Otra
vez llamaron para quejarse de que el pollo Pollak publica en sus redes como si
fuera una agencia”; a ver, veamos el posteo, respondí. En efecto, si bien
no decía Empresa o Agencia de Viajes, bajo el nombre Norden Experience se
ofrecían servicios combinados en una excursión, algo reservado -según la hoy
derogada ley 18829- a las agencias registradas por el gobierno nacional bajo un
régimen especial. En la Secretaría había
un solo registro creado, el de alojamientos turísticos, según una normativa que
requiere actualización. En realidad dos: había uno de agencias de viajes, en
espejo con el Registro Nacional. Fue un llamado a la acción sobre un aspecto
que debíamos encarar más temprano que tarde. Conversé mucho con Juan Pablo
Pollak, el único guía que presentaba propuestas para recorrer lugares
espectaculares de la provincia, como la Payunia, los volcanes o el río Colorado
y que tenía entusiastas seguidores para cada una de sus propuestas. Sin
titulación en turismo pero con una trayectoria en travesías admirable. Instrumentamos
el nuevo registro y lo abordamos como una forma de fomentar el trabajo y el
emprendedurismo de quienes tenían propuestas, querían desempeñarse en su
ciudad, en su lugar, como guías de turismo pero carecían de estudios terciarios
específicos. Presentamos la ley de guías, que fue aprobada por la Legislatura y
creamos los registros. Pollak fue el primer habilitado, en plena pandemia. Ya
finalizada mi gestión, lo invité a participar de una actividad de la Cámara de
Turismo y me respondió: “Te agradezco la invitación pero después de todas
las trabas recibidas durante tu gestión decidí no guiar nunca más en la pampa.
Saludos”.
Tabletas, zooms y manuales
A mediados de 2020, la pandemia
continuaba su demoledora faena. Apenas ordenado el aislamiento nos dieron un
pase firmado por el Secretario General de la Gobernación para poder llegar a la
oficina, ya que los funcionarios debíamos seguir con la presencialidad. Al
principio sin uso de máscara pero con el correr de los meses comenzamos a usarla
cuando recibíamos público o hacíamos reuniones programadas. Reprogramábamos lo
que podíamos, en medio de cataratas de whatsapp con pedidos de permisos para
pasar por La Pampa e informes de Nación sobre protocolos, prohibiciones y
autorizaciones. Las vacunas no llegaban. Comenzamos con el dictado del Curso de
Guía de Sitio, se dictaron capacitaciones on line; festejábamos el Día del
Malbec con un zoom sobre el Enoturismo, al que invitamos a referentes de
Portugal, España y Brasil; dictábamos capacitaciones sobre proyectos y calidad,
creamos la red de almacenes, empezamos con el proyecto salinas, en fin,seguimos
avanzando en los objetivos que podíamos abordar.
“Carina, compremos dos tablets para la Mesa
de Informes. Deben estar cargadas con toda la información disponible y tienen
que aprender a usarlas” . Desde mi oficina se podía ver una parte de la
planta baja y a los informantes consultar papelitos colocados bajo los vidrios
de los escritorios, carpetas con folios y folletos guardados en los cajones. Las
adquirimos y emprendimos la persistente tarea para lograr que las adoptaran.
“Adriana, recibimos los textos que
nos enviaste para confeccionar el Manual del Informante, pero, ¿quién va a
hacer el diseño?”, preguntó una
funcionaria. No teníamos diseñador en la Secretaría y el que habían
contratado por elección de una subsecretaria, no quería darnos los editables de
lo que hacía. Acudí a Roberto Occhipinti,
quien nos hacía diseños y nos sacaba del paso en medio de tanta desazón, como
con los flyers sobre gastronomía, que nos exigió salir a tomar fotos porque más
allá de imágenes de unos asados aquí y allá, en los archivos no había nada. La
idea era mostrar diversidad resaltando la carne, pero invitando a los pampeanos
a conocer todas las opciones y especialidades disponibles, llegando aún a los
establecimientos de panadería y pastelería. Editado el manual del informante en
papel, se indicó que todo el personal debía conocerlo, en especial los informantes y quienes fueran incorporados
al staff.
Un proyecto fallido fue la propuesta
que hicimos al Ministerio de Educación, para desarrollar en conjunto los
manuales de turismo para docentes y alumnos. Contábamos con dos antecedentes en
los que me había tocado dirigir la confección de esas herramientas para la
Nación y para la ciudad de Caleta Olivia. Los manuales con contenidos
aplicables a cualquier escuela del país, para alumnos de 5to grado en adelante,
fueron encargados por el Ministerio de Turismo en la gestión de Enrique Meyer y
editados de manera virtual. En Caleta Olivia, a instancias del Senador Nicolás
Fernández, con el impulso de Tama Quinteros, funcionarios locales, y con los
maestros provinciales, confeccionamos en 2005 un manual único, que fue editado
en papel. Fuimos con todos esos antecedentes luego de varios pedidos de
entrevista con el Ministerio de Educación provincial y nos recibió la
viceministra (hoy ministra), quien nos escuchó e hizo algún comentario de
ocasión. Nunca nos respondieron, mostrando una indiferencia al turismo que no era
privativo de esa cartera.
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