ROMPEHIELOS IRIZAR - Proyecto

PROYECTO
El Senado de la Nación
DECLARA
Su preocupación por las dificultades que enfrentan las campañas antárticas ante la falta de medios navales que brinden autonomía a las actividades de sostén logístico antártico, y formula votos para que asegure la financiación del proyecto plurianual para la reparación del Rompehielos Almirante Irízar, y se inicien las gestiones para la incorporación de un Buque Polar que reemplace al hundido Bahía Paraíso.

FUNDAMENTOS
Señor presidente:
Las campañas antárticas de verano 2007/2008 y 2008/2009 se ejecutaron con medios navales arrendados y lo mismo sucederá en la próxima 2009/2010. Esto, como resultado del siniestro que sufriera el Rompehielos Almirante Irízar con fecha 10 de abril de 2007. Esta situación se mantendrá en el futuro por algunas temporadas más, en virtud a que recién el 15 de septiembre del corriente año se firmó el contrato para la reparación de dicho buque. Reparación que llevará al menos 24 meses. Sin embargo, esta necesidad de alquiler de medios, no sería tal, si en los 20 años que han transcurrido desde que se hundiera en la Antártida, el Ex–Transporte Polar ARA Bahía Paraiso en enero de 1989, el mismo hubiera sido reemplazado por otro buque según fuera solicitado reiteradamente por los responsables de la actividad antártica. Nuestro país actúa ininterrumpidamente en la Antártida desde el 22 de febrero de 1904. Ésta entre otras razones, nos hace legítimos reclamantes de soberanía en el continente. Como tales, es imprescindible que contemos con los medios necesarios para efectuar las tareas de sostén logístico antártico en forma autónoma. Por ello, más allá de los inconvenientes que afectaron la logística antártica, debemos reflexionar acerca de la necesidad de recuperar la autonomía que brindaba esta nave insignia de la Armada Argentina para las operaciones de aprovisionamiento de las bases y para las tareas antárticas. Además, es necesario recordar los ejemplares operativos de asistencia y búsqueda y salvamento en los que participó en cumplimiento de responsabilidades asumidas por el país ante la comunidad internacional.
La política nacional antártica ha sido y es ejemplo de coherencia y continuidad. Es una política de Estado que se ha mantenido inalterable a través del tiempo. El accionar argentino en la Antártida, año a año renueva el prestigio ganado por actuar con responsabilidad y seriedad, con preocupación para responder a las continuas incorporaciones que surgen del Sistema del Tratado Antártico. En particular, en todo lo atinente a la protección del medioambiente y la preservación de los recursos vivos antárticos.
El incremento de proyectos científicos en cooperación con otros países, por parte del Programa Antártico Argentino, es clara evidencia de la visión respecto de la importancia dada a emplear la Antártida como lugar dedicado a la ciencia.
La ubicación de nuestros puertos patagónicos, principalmente Ushuaia, nos coloca en una posición de privilegio respecto de otros países con actuación en la Antártida. Ello, nos otorga enormes ventajas comparativas para el empleo de los mismos en apoyo de los Programas Antárticos de tales países.
El necesario mencionar las bondades que ofrecía el diseño de medios navales con que contaba la Argentina para operar en la Antártida desde 1954 cuando incorporó su primer Rompehielos. Se complementaba al Rompehielos con un Buque Polar con capacidad para actuar en zonas con hielos menos severos, pero con similares capacidades de almacenamiento de carga y transporte de helicópteros. Asimismo, actuaban otros buques auxiliares, similares a los que hoy cumplen con la Patrulla Antártica Naval Combinada que se ejecuta anualmente juntamente con buques de la Armada Chilena.
La dupla Rompehielos y Buque Polar, operados en el período de mejores condiciones glaciológicas (noviembre a marzo) y por espacio de 120 días cada uno, posibilitaría al país satisfacer toda la demanda de sostén logístico antártico a las seis bases permanentes, abrir y posteriormente cerrar las siete bases transitorias y los refugios y campamentos que requiera el Programa Antártico Argentino. Amén de ello, se podría dedicar 60 días de Rompehielos a tareas científicas en zonas glaciológicas duras donde muy pocos países pueden hacerlo y tener 60 días de Buque Polar disponibles para ofrecer servicios logísticos a otros países con bases en la península antártica.
Por ello, es necesario asegurar se financie plenamente el proyecto plurianual implementado para la reparación del Rompehielos Almirante Irízar, e iniciar las gestiones para la incorporación de un Buque Polar que reemplace al hundido Bahía Paraíso. Complementariamente, crear en Ushuaia una zona especial dedicada a la actividad antártica internacional, que incentive a los Programas Antárticos de otros países a utilizar dicho puerto y en la Antártida se desarrolle una Base Logística Avanzada, con capacidad de contribuir a la oferta de servicios logísticos.
Pongo a consideración de mis pares esta inquietud que sin dudas compartirán, acompañando con su firma el presente proyecto de declaración.
FIRMADO: Senador Nacional César Gioja (San Juan)

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