Adriana E. Romero

Mientras la Dra. Karina Barreiro, especialista en derecho del turismo, analizaba para la concurrencia al Congreso de AAAVyT en Jujuy, el viernes 9 de mayo, los detalles de la modificación a la ley de defensa del consumidor relativos a las relaciones entre agencias de viajes y turistas, y la relevancia de la exclusión de las líneas aéreas en dicho régimen, los pilotos de Austral decidían si iban al paro en respuesta a los últimos acontecimientos en materia de transporte aerocomercial en el país. En la tarde del sábado, mi curiosidad me llevó a preguntar a cuanto jujeño encontré, sobre el grado de credibilidad de tantas versiones sobre el desbarajuste que produjo el aumento de los flujos turísticos en la Quebrada de Humahuaca, potenciados por la declaratoria como Patrimonio de la Humanidad: mis interlocutores confirmaban una y otra vez que en la Quebrada faltan normas e infraestructura, dos componentes básicos previos a cualquier puesta en valor con fines turísticos, y que son evidentes

LOS RESPONSABLES TECNICOS DE LAS AGENCIAS… ¿SON RESPONSABLES? El año pasado, a raíz de la caída de una agencia que dejó pasajeros varados en Brasil, los medios periodísticos daban a conocer que la licencia de la empresa para operar, había sido cancelada por la Secretaría de Turismo de la Nación, y el idóneo había renunciado meses antes. Es decir, estaba totalmente al margen de la ley y había muchas empresas que no lo sabían, y siguieron comprándole. El caso no es el único ni será el último. La ley que regula a las agencias de viajes en la Argentina, conforme su decreto reglamentario de 1972, exige que para habilitar una agencia, se deba contar con un idóneo o profesional en turismo como representante técnico. En 1975, en la entonces Subsecretaría de Turismo, existían dos registros, uno de profesionales y otro de idóneos (Res. 0323/75; había matriculación y se tomaban exámenes!); se tenía en cuenta que ya comenzaban a ejercer las primeras camadas de licenciados y técnicos en turismo. Má

ECOTURISMO y TURISMO SOSTENIBLE: ¿ A MERCED DEL MERCADO O A FAVOR DE LA COMUNIDAD Y SU AMBIENTE? Todas las definiciones del término ecoturismo [1] incluyen un condicionante: la participación de las comunidades locales, que serían beneficiadas socio-económicamente con el desarrollo del mismo. Algo similar sucede con el concepto de turismo sustentable o sostenible, entendido como el desarrollo de esta actividad sin afectar el ambiente, para que el mismo esté en condiciones de ser disfrutado por las futuras generaciones. Anne Vigna, en Le Monde Diplomatique de agosto 2006, habla de los “falsarios del ecoturismo” (en la edición francesa de julio 2006 [2] , “Les charlatans du tourisme vert”), como aquellas personas o instituciones que se esconden tras este disfraz para imponer proyectos que, lejos de haber sido consultados con las tan mentadas poblaciones locales, atraen fondos internacionales –por ejemplo, del Global Heritage Fund, o del BID, por mencionar sólo dos- que serían usados al a