LA INVERSION EN INFRAESTRUCTURA Y EL DESARROLLO TURISTICO


LA INVERSIÓN EN INFRAESTRUCTURA Y EL DESARROLLO TURÍSTICO

Tras una década de políticas de Estado en materia turística, con la idea generalizada entre la gente del sector de que el camino hacia la madurez como destino está asegurado, vale preguntarse cómo haremos para impedir que los factores que influyen en el desarrollo turístico, y cuya resolución no es competencia del organismo oficial de turismo,  actúen como freno o produzcan estrangulamientos de difícil superación.
De esos factores, aquellos que dependen del sector, tanto público como privado, han sido abordados, con más o menos profundidad. Algunas políticas parecen hasta sobredimensionadas, comparando la situación del contexto. Por poner un solo ejemplo, el instrumental de calidad que propone el Ministerio de Turismo, parece a veces contrastar con la dura realidad circundante. ¿Cómo no considerar enclaves a  establecimientos hoteleros de alta gama, situados en paisajes extraordinarios, únicos en el mundo, si están sujetos a la insuficiencia de la conectividad  aérea,  la inexistencia de transporte ferroviario, o la peligrosidad de muchas rutas argentinas?
Según la OMT, cada punto de crecimiento del PBI produce un 2 a 2,5% de crecimiento en el gasto por viajes. En el 2010 hubo una fuerte recuperación a nivel mundial, con un 6,7 % más de arribos internacionales con respecto a 2009. Pese al optimismo con respecto al crecimiento de los emergentes, ya se está reconociendo que Brasil no repuntará en la medida que se pronosticaba con miras al 2013. Estos vaivenes, cómo nos encuentran? El turismo interno, el “Viajá por tu País”, alcanza para desensillar hasta que aclare, esperanzados con una pronta recuperación?
Mencionábamos a los factores que hacen al desarrollo turístico. Hay uno que es casi un presupuesto mínimo, sin el cual por más que contemos con el mejor instrumental de calidad, los mejores portales educativos, las campañas más modernas y glamorosas dirigidas al mercado internacional, nos limitará en el crecimiento sostenido  del mercado. Nos referimos a la infraestructura. Sabido es que un país, una ciudad, son más justas si cuentan con buenos servicios para sus ciudadanos y por ende para los turistas. Sin buenos trenes, con rutas peligrosas, el “Viajá por tu País” tiene una seria limitación y no logrará perforar la frontera entre la clase media y las clases menos favorecidas. Chapadmalal, Embalse, y el Programa Federal de Turismo Social, atienden a una ínfima parte de la población de escasos recursos, fomentando la cultura de las vacaciones, pero no constituyen un objetivo en sí mismo, porque seguramente la aspiración es que las clases desfavorecidas dejen de serlo e ingresen al mundo del consumo.
Hay una verdad “de manual”, y tan es así que lo afirma un manual de la OMT[1]: los países que asignan importancia al turismo en sus planes de desarrollo económico, realizan la mayor inversión en aeropuertos y puertos marítimos, rutas, energía y suministro de agua potable.  Decíamos que en cuanto a conectividad aérea estamos complicados. Se insiste con sostener Aerolíneas Argentinas retrasando o impidiendo otras posibilidades, como la de contar con más vuelos regionales autorizando a otras líneas aéreas a operar con aviones más pequeños, por mencionar solamente una arista del problema. De los trenes mejor no hablar, a riesgo de caer en una nostálgica y quejumbrosa letanía o volver a  la ficción de escuchar nuevos anuncios sobre los talleres de Tafí Viejo. Las rutas siguen con sus records de accidentes, causados no sólo por la imprudencia de los conductores sino por la estrechez de sus carriles y hasta la falta de demarcación.
En el PBI de la Argentina, la inversión en infraestructura es de casi el 3% y en los próximos años debería ser del 5% anual, para hacer frente a muchas obras de rehabilitación de redes  así como a nuevas obras y trabajos de ampliación de capacidad.
Si algo de relevancia ha ganado el sector, es hora de usarla para hacer escuchar su voz y llamar a las puertas de los ministerios que haya que tocar –amén de reunir al Comité Interministerial que establece la Ley Nacional de Turismo- para poner en la agenda turística estos temas, o el turismo en la agenda del desarrollo del país. Crecimiento con equidad significa que si llega un pasajero de Turkish Airlines, pueda, además de disfrutar de Buenos Aires, desplazarse por el país de manera cómoda y segura, compartiendo experiencias con los provincianos que necesitan que los beneficios del turismo “derramen” de verdad en sus comunidades.

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[1] Handbook on Tourism Product Development, 2011. 

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