Lima acoge el 2do. Foro Mundial de Turismo Gastronómico-Nota1
Qué bueno regresar a Lima, esta vez en ocasión
del Segundo Foro Mundial de Turismo Gastronomico de la OMT, co-organizado con
el Ministerio de Turismo de Perú, Promperú y el Basque Culinary Center. Ya les
contaré del evento en sí. Lo que quiero destacar ahora son las primeras impresiones
de esta ciudad increíble que no deja de renovarse.
El chofer que me recogió en el aeropuerto
-Joao-, fue respondiendo con simpatía a mis preguntas y por suerte estaba
bastante al tanto de la cuestión política, que fue uno de los capítulos de mi
interrogatorio: el gobierno que está culminando mandato enfrenta casos de
corrupción de la pareja presidencial y hasta hay un arrepentido, aunque las
dimensiones son una fiesta íntima al lado de lo nuestro: es verdad, no nos
pueden superar. Lo intentan pero con los argentinos no se puede. La primera
dama es investigada -ahora, mientras su esposo está en el poder- por el ministerio
público, por 87.000 dólares que habría "lavado" para usar en la
campaña política. Por favor, le dijo, no me venga con zonceras, no va a lograr
impresionarme, mientras observo el paisaje urbano sucesivo, donde encandilan
las luces de los casinos o bingos, a lo largo de la avenida. Cuántos casinos,
le digo. Eso es lavado de dinero, me responde. Es la onda en nuestros países,
de repente nos vino un afán por apostar y ya sabemos que nuestros dirigentes
mueren por darnos los gustos.
El tránsito sigue siendo endemoniado y a
bocinazo limpio, pero hay agentes por todos lados tratando de ordenarlo, y con
amabilidad te dicen -como me pasó ayer en la puerta de un shopping-
"Señora, mejor vaya a la esquina, acá es la parada de buses". Los
buses. Las pequeñas combis japonesas son uno de los legados de Fujimori, me
cuenta Joao, pero cuando las trajeron, tenían el timón del lado derecho, y hubo
que adaptarlas, lo que les quitó estabilidad: son peligrosas y están en proceso
de reemplazarlas por buses grandes. Otro gran paso es el tren eléctrico que conecta
mediante un viaducto, el sur con el noreste de la ciudad. Una gran obra que
trata de mejorar la calidad de vida de los limeños y suplir la falta de subtes. Los viajes en taxis son económicos, y se pactan según la distancia a recorrer, antes de abordarlos. Un recorrido de entre 5 y 10 minutos, cuesta de 8 a 10 soles. Se los identifica por la luz en el techo: no están obligados a un color de pintura ni hay exigencia en los modelos. Te puede tocar un cero kilómetro o un auto de los '80, con el almohadón del asiento totalmente aplastado y sin aire acondicionado.
A las 20 los organizadores del Foro nos dieron
cita para cenar en la Huaca Pucllana, un sitio arqueológico de la cultura Lima,
desde cuyo restaurante se disfruta de una vista hermosísima de las ruinas
iluminadas. Son patios, plazas y una pirámide de 25 metros, hechos en adobe en
una extensión de 6 hectáreas. El menú incluyó delicias como ensalada de queso
de cabra y piquillos confitados, con lechugas orgánicas, chonta y vinagreta
dulce de aguaymanto; filete de paiche en costra de quinua roja, con puré
cremoso de papa amarilla, y una trilogía dulce como postre, compuesta por
bombón merengado de chirimoya, suspiro de limeña y canutos crocantes de quinua
rellenos de mousse de lúcuma. Nos dijo el sommelier, que el tannat y el petit
verdot (que sirvieron en abundancia) son las cepas emblemáticas del Perú. No
defraudaron los pisco-sour al llegar, luego de pasar por un arco florido donde
una murga nos arrancaba la primera sonrisa de la noche.
La estética de la cena fue impecable, con música
que en ningún momento fue un obstáculo para poder conversar y entenderse -tuve
la suerte de compartir mesa con amigos de Chile, Perú, Costa Rica, Uruguay,
Argentina y Colombia- y nos agasajaron con uno de los bailes típicos del Perú,
la marinera, una danza tradicional de la costa del Perú, en la que la mujer
baila descalza ataviada con un vestido con encajes, precioso.
El cierre de la velada estuvo a cargo de la Ministra
de Comercio Exterior y Turismo, Magali Silva, quien destacó la cantidad de
participantes en el Foro, unos 2000, un record con relación a la primera
edición. El estilo de la funcionaria -la única oradora- es parecido al de una rock star, rodeada de
colaboradores, prensa y cámaras. Economista, con una maestría en la Universidad
de Oregon, está en el cargo desde 2013.
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