¿LOS CALDENES DEL PARQUE LURO PUEDEN SER PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD?


En la obra El Nuevo Libro del Árbol, dirigida por Francisco Erize, con textos originales de Milan Jorge Dimitri, Rosario Julio Leonardis y José Santos Biloni, y la actualización a cargo de Marcos Babarskas, Daniel Gómez, Eduardo Haene, Adrián Monteleone y Christian Ostrosky, se describe al caldén como un árbol de porte mediano, que alcanza frecuentemente 11 ó 12 metros de altura, con tronco corto de hasta 2,5 de alto y 1,5 de ancho y una copa de grandes dimensiones. Se trata de una leguminosa del mismo género de los algarrobos. Sus frutos, una vez en el suelo, son preferidos por el ganado de la región. Su madera semipesada, de textura gruesa, que proveyó de adoquines a las calles de la ciudad de Buenos Aires durante muchos años, es apta para parquetería, envases, construcción al aire libre, muebles, persianas y otros usos.

Cabe destacar que el bosque de caldén es endémico de nuestro país, y es único en el mundo. Esta característica lo hace merecedor de un estatus de protección a nivel mundial, como un bien inestimable e irremplazable de las naciones cuya extinción  significaría una pérdida para la humanidad entera.

Los montes o bosques de caldén ocupaban más ampliamente otras provincias además del centro sur de La Pampa: sur de San Luis, sudoeste de Córdoba, sur de la provincia de Buenos Aires y noreste de Río Negro.

La página oficial del Gobierno de la Provincia de La Pampa señala que la Reserva Provincial Parque Luro, representa en sus 6.400 hectáreas, al ambiente del bosque de caldén. A continuación indica que “está ubicada en el centro-este de La Pampa, en el departamento Toay a 35 Km al sur de la ciudad de Santa Rosa, sobre la ruta Nacional Nº 35. Forma parte de la región fitogeográfica del Espinal y es la única área protegida de la provincia comprendida dentro del distrito del Caldén. Fue creada en el año 1996 por medio de la Ley Nº 1689 (Decreto Provincial Nº 985). Protege una pequeña porción de los otrora interminables caldenales de la región, bosques caducifolios que crecen entre las isoyetas de 400 y 600 milímetros, cuya especie dominante es el caldén (Prosopis caldenia), el árbol típico de la provincia. Dentro del mismo ecosistema se incluyen también el pastizal sammófilo, una comunidad de pastizal típica de suelos medanosos, formado por dos estratos, uno de gramíneas intermedias y otro de gramíneas bajas y herbáceas (Cano, 1988); y los característicos salitrales que suelen albergar un importante número de aves acuáticas y fauna especialmente adaptada a los mismos. Dentro de la reserva, según estudios previos realizados (Maceda et al., 2003), están representados el 58% de los anfibios, el 51% de los reptiles, el 53% de las aves y el 63 % de los mamíferos descriptos para la provincia de La Pampa. Además cuenta con dos especies de mamíferos introducidas: el jabalí (Sus scrofa) y el ciervo colorado (Cervus elaphus), especies que han producido impactos importantes en determinadas áreas de la reserva”. El Bosque de Caldén fue catalogado entre Vulnerable y Amenazado (dos de las categorías más elevadas de amenaza), por el relevamiento forestal realizado por la entonces Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación, mostrando además que no quedan parches mayores a 1.000 hectáreas en la provincia de La Pampa. Esto ratifica lo que biólogos, especialistas y técnicos de la Subsecretaría de Ecología de la provincia de La Pampa vienen señalando, respecto de la urgente necesidad de crear nuevas áreas protegidas en el ecosistema del Caldenal, y realzar la importancia que posee el Parque Luro como única porción protegida de dicho ecosistema en la provincia.([1])

Lo señalado por el sitio oficial de la provincia de La Pampa, expresa de manera sintética la importancia de la especie prosopis caldenia y sus características únicas en el mundo. Decir caldén es decir La Pampa, porque hasta en su escudo la provincia ha querido rendir homenaje a esta especie exclusiva de la provincia fitogeográfica del Espinal. Llevan su nombre desde hoteles, grupos de folklore y hasta portales de Internet, demostrando el afecto que le profesa la comunidad local; ha sido y es fuente de inspiración para los poetas como Juan Ricardo Nervi, que le dedicó estos versos: “Qué sabes del caldén/ tú, que lo has visto/ morir de pie en la pampa?/Sabes que a veces llora,/ y a veces, canta.....?/Lo hiere el cortafierro/ la gubia lo desgarra,/ y, lo mismo que el sándalo,/cuanto más lo golpeas es mayor su fragancia”.

El caldén, como muchos otros recursos forestales, fue sobreexplotado. Algunos pueblos de La Pampa le deben su origen: Quehué (cuyo primer nombre fue Caldén), Conhelo, Rucanelo, Telén y Loventué, por ejemplo. Originalmente, cubría el 24% de la superficie provincial, con tres millones y medio de hectáreas. Hoy, según estudiosos como Pablo D’Atri, Marta Liliana Scarone y Ana Di Pangracio, está muy lejos de aquella abundancia, al punto de no superar el 11% de la superficie provincial, pero altamente fragmentado: es difícil encontrar parques que superen las 1.000 hectáreas.

Según el Primer Inventario Nacional de Bosques Nativos elaborado por la entonces Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación, "cuando se comparan los datos de este inventario con las estimaciones de la superficie ocupada por los bosques originalmente se observa una notable disminución de la superficie ocupada por los bosques". Revela que en los últimos veinte años se perdió un 20 % de la masa forestal del caldenal. En los períodos 1999-2000 y 2005-2006, la tasa anual de deforestación ha sido, según este Informe, del  -0,82 %. 

Destacan Eduardo Haene y Gustavo Aparicio en el libro 100 Árboles Argentinos: “Hasta el presente, el caldén ha sido considerado un recurso por su madera de gran calidad y, en menor medida, por la sombra que brinda al ganado. Sin embargo, hoy es posible que el mayor valor sea el cultural, como símbolo de una región y protagonista de un rico folklore. Sería interesante que esta idea madure en su cultivo masivo en espacios verdes y la creación de un sistema de reservas con caldenales en la provincia de La Pampa y sectores aledaños”.

Una declaratoria a nivel mundial por parte de la Unesco, de estos caldenales de la Reserva Parque Luro  que aún resisten la transformación de los ambientes naturales, la contaminación, la introducción de especies exóticas y hasta la ignorancia sobre su rol en el equilibrio ecológico, contribuiría a su mayor valoración por autoridades, turistas y ciudadanos residentes, a la difusión de la necesidad de su protección, y a la sensibilización acerca de las posibilidades de su cultivo, así como a la ampliación de las áreas destinadas a su preservación. Al delimitar la declaratoria a los ejemplares dentro del área de la Reserva, se circunscribe el ámbito de aplicación de los estándares de los sitios Unesco a un lugar de dominio público, sin afectar propiedad privada, pero poniendo el foco en una especie en peligro que merece ser puesta en valor.

Para figurar en la Lista del Patrimonio Mundial, los sitios deben tener un valor universal excepcional y satisfacer al menos uno de los diez criterios de selección. Esos criterios se explican en las Orientaciones que deben guiar la aplicación de la Convención del Patrimonio Mundial que es, junto con el texto de la Convención, la principal herramienta de trabajo para lo que concierne al Patrimonio Mundial. Los criterios son revisados con regularidad por el Comité, para que estén en armonía con la evolución del concepto mismo del patrimonio mundial. Hasta fines de 2004, los sitios del patrimonio mundial estaban seleccionados sobre la base de seis criterios culturales y cuatro criterios naturales. Con la adopción de la versión revisada de las orientaciones, queda un conjunto único de diez criterios ([2]). El criterio número diez, es sin dudas el que da sostén a esta declaratoria: “contener los hábitats naturales más importantes y más representativos para la conservación in situ de la diversidad biológica, incluyendo aquellos que alberguen especies amenazadas que posean un valor universal excepcional desde el punto de vista de la ciencia o la conservación”. 

Cuando se viaja por la RN5 hasta Santa Rosa, capital de la provincia de La Pampa, y se toma la Ruta Provincial 35 rumbo al sur, a General Acha, los caldenales jalonan el veloz paso de los automóviles. A 35 kilómetros de la capital el viajero se encuentra con el Parque Luro. Si decide detenerse y visitar el lugar, conocerá -además de los caldenes- un Monumento Histórico Nacional: "El Castillo" que fue la residencia de Pedro Olegario Luro, como parte del conjunto que completan el Museo "San Huberto" (por el santo europeo protector de los cazadores), el Tambo Modelo y el Tanque el Millón. El sitio tiene una historia que va más allá de su uso como un señorial coto de caza a principios del siglo XX, ya que estuvo poblado por Tehuelches y Ranqueles.

El Castillo es una mansión estilo francés que albergaba algunos meses al año a los cazadores que Luro recibía en las tierras que su esposa Arminda Roca, había heredado de Ataliva Roca, hermano de Julio Argentino. Es el testimonio de una época y una forma de vida, que involucra a otro lugar de nuestro país, emblemático para todos los argentinos: Mar del Plata. En efecto, Pedro Luro y su familia pasaban los veranos en Mar del Plata y él fue uno de los impulsores de la transformación productiva del pueblo: "La llegada de Pedro Luro en 1877, quien se hace cargo del saladero, la grasería, instala un molino y construye un nuevo muelle, dará un decisivo impulso a la agricultura y al desarrollo de la zona. En 1879, el gobierno provincial, autoriza la creación del Partido de General Pueyrredon".[3]

La respuesta a la pregunta que formulamos como título de esta nota, tiene respuesta: se trata de un área que atesora patrimonio cultural y natural, y que merece ser impulsada como Patrimonio de la Humanidad, por su  función de hito en el planeta, de símbolo de la toma de conciencia de los Estados y de los pueblos acerca del sentido de esos lugares y emblemas de su apego a la propiedad colectiva, así como de la transmisión de ese patrimonio a las generaciones futuras[4].





[1] http://www.ecologialapampa.gov.ar/reserva-provincial-parque-luro.html
[2] http://whc.unesco.org/en/criteria/
[3] http://www.mardelplata.gob.ar/MardelPlata
[4] http://www.unesco.org/new/es/mexico/work-areas/culture/world-heritage/

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