LE SOMNAMBULE, EN LA RUTA DEL VINO DE QUEBEC
Debería decir "las rutas", "de los vinos y sidras" de distintas
regiones de Québec, que siembran aromas, colores, sabores y hospitalidad con
generosa profusión en una geografía de abundancia y diversidad. Pero había que
elegir una y pusimos rumbo a la Ruta de Bellechasse, para visitar Le
Somnambule.
La salida
de la ciudad de Quebec por una de las autopistas y luego por las rutas
provinciales, es fluida y rápida. No hay cartelería con publicidad en ningún
tramo del recorrido. No hay peajes. Hay muy buena señalización, de las rutas en
verde y de los sitios turísticos en marrón. La administración provincial se
reconoce por la flor de lis y la nacional, por la hoja de arce. Sencillo, muy
acorde y amigable con el conductor.
Las
comparaciones son inevitables cuando uno recorre por aquí y por allá en busca
de un tema, en este caso el enoturismo, pero en Le Somnambule -situada en
St.-Henri-de-Lévis- a diferencia de los dos lugares anteriores (La Halte des Pelerins y Domaine Pinnacle) el
experto que nos recibió nos transmitió entusiasmo por el producto más que
recitar un speech. Se trataba de un estudiante de enología francés que estaba
haciendo una pasantía.
No tuvimos el placer de conocer a los dueños, Eve y
Émile, pero estuvieron muy bien representados.
Le
Somnambule tuvo otros dueños: antes era la Casa Breton. Con Eve y Émile, adoptó
el nuevo nombre, que evoca un mundo creativo, imaginativo y festivo.
El
establecimiento cuenta con plantación de manzanos y de arándanos y brinda la
posibilidad de participar de las cosechas. Las etiquetas son obras de artistas
plásticos de la zona, todas muy bellas; para saber sobre ellos, recomiendo ver
el sitio web http://lesomnambule.com/art .
La degustación
es casi invitación de la casa: U$S. 5 Can por cinco productos: Leger, Céleste,
Blanc de pommmes, Rouge y Bleu . Sidra, vino y oporto de arándanos sorprenden y
seducen la nariz y las papilas. La boutique tienta no sólo con las bebidas sino
con otros souvenirs como las remeras o los dulces y envasados regionales. Se
puede pasear libremente por los manzanares y para visitas guiadas, hay que
reservar con anticipación.
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