ASPECTOS DE LA INNOVACION EN LA GESTION DEL TURISMO EN ARGENTINA
HABLEMOS DE PARADIGMAS
En los 90 fue la calidad, en el nuevo milenio la
sostenibilidad, mientras en un continuo la tecnología brindaba más y más
posibilidades de desarrollo del negocio turístico.
La necesidad de la innovación surge como una respuesta
al desafío que presenta una demanda hipersegmentada, que autoplanifica su
viaje, que valora y comunica en tiempo real al servicio, que exige información
veraz, experiencias auténticas y destinos de calidad, memorables y sostenibles.
Ese compendio que constituye el nuevo paradigma del
turismo del siglo XXI exige innovación en aras de la competitividad y para
resolver los nuevos y los viejos problemas con ideas y métodos
diferentes.
Requiere un cambio cultural y una manera distinta para
abordar la realidad, tanto en empresas como en los centros de formación. No
está necesariamente atada al desarrollo de tecnología, aunque ésta es una
protagonista que puede brindar innumerables herramientas.
Además de pensar nuevas ideas, innovar es llevar a
cabo aquellas que por décadas no hemos visto concretar. Esas viejas ideas que
se remontan al nacimiento de nuestras repúblicas, pero que venimos eludiendo
porque nos hemos acostumbrado a hacer las cosas de una determinada forma,
conforme las imposiciones de las corporaciones y grupos dominantes
Un ejemplo que hace a la selección de los mejores y
los más capacitados e idóneos para ejercer cargos públicos, y en turismo es más
evidente, quizás por la apariencia sencilla y hasta frívola de un sector tan
complejo. La CN establece que el único requisito es la idoneidad, pero nada
hacemos para asegurar la igualdad de oportunidades mediante unos protocolos o
procedimientos específicos para que –al menos- a las posiciones técnicas accedan los más
idóneos. En la Argentina, el acceso al cargo público, salvo pocas excepciones,
es mediante amistad, parentesco o cercanía al poder. Una vez en el cargo, él
funcionario comienza una capacitación que nos cuesta recursos y tiempo a los ciudadanos,
y a veces cuando el director, o subsecretario, o coordinador, empezó a entender, ya debe abandonar su
puesto porque decidieron poner a otro en su lugar.
Para traer un ejemplo donde se mezcla lo público y lo
privado: en el año 2005 se “renovó” la Ley Nacional de Turismo, dando origen a
la 25997, que declaró al sector privado como socio estratégico del Estado. Pero
en materia de regulación de la actividad de las agencias de viajes, seguimos
con una ley de 1970 que ha quedado muy atrasada con relación a los cambios del
mercado, aunque conservando la exclusividad de la actividad de la
intermediación para las agencias de viajes. Es un ejemplo de falta de
innovación en una actividad cambiante y dinámica, donde los profesionales están
planteando si no habría que repensar la figura del agente de viajes cuya imagen
se ha visto golpeada una y otra vez por aventureros y estafadores que han
perjudicado al resto de las empresas. Las pymes agencias de viajes enfrentan
una batalla solitaria contra el intrusismo y la informalidad sin hallar
respuesta en el organismo regulador que, sin innovar al respecto, hace décadas
que ofrece la excusa de “tenemos 7 inspectores para todo el país”. Si ahí no
hay necesidad de innovar, díganme dónde.
La ciudad de Buenos Aires acaba de prohibir Uber
porque en la vereda de enfrente está el gremio de los taxistas que no duda en
acudir a las vías de hecho y hacer demostración de fuerza, cortando la 9 de
Julio e imponiendo el caos en el centro porteño. Sin embargo, la vara es
diferente en lo que hace a la actividad de las agencias de viajes irregulares o
no registradas, a los guías que dicen trabajar “a la gorra” en desmedro de la
calidad de la experiencia en destino, cuando hay una fuerza capacitada y
competente de guías profesionales y registrados.
La falta de innovación se manifiesta también en el
problema –a esta altura los es, para
destinos, gobiernos locales y gobierno nacional- del turismo estudiantil, regulado
desde el Estado Nacional, donde se insiste con una normativa que permite a
coordinadores de 21 años sin formación específica, conducir grupos de jóvenes
egresados lejos de sus padres, con el saldo de recurrentes denuncias de
irregularidades y abusos. Innovación sería intentar una solución creativa a un
viejo problema; como venimos sosteniendo desde el Foro, el profesionalismo
sería una forma de innovar en una cuestión en la que las soluciones están a la
vista, pero seguimos intentando con las fórmulas de siempre, ignorando a guías
graduados con gran experiencia en conducción de grupos y conducta intachable
comprobable.
PRIMERO LO PRIMERO
En el Ranking
Global de Innovación, de la World Intellectual Property Organization
2018, nuestro país está número 80, mientras que Chile, que ocupa el puesto 37 seguido por
Costa Rica y México, lidera la región de Latinoamérica y el Caribe.
El mal desempeño de Argentina según este riguroso
informe, proviene de la inercia de los subsidios extendidos, los controles de
precios, los tributos distorsivos, las trabas al comercio exterior, la poca
efectividad de las regulaciones antimonopólicas, las dificultades para comenzar
un negocio. En el desempeño de las instituciones, el posicionamiento es malo en
todos los aspectos. También en la vulnerabilidad de los derechos de propiedad,
el favoritismo en las decisiones de gobierno, la ineficiencia del sector
público, la ineficiencia del marco legal, la corrupción, la poca independencia
del poder judicial y la tendencia al comportamiento poco ético en el sector
privado. En el mercado laboral, destacan la rigidez en la determinación de los
salarios, la baja cooperación entre empleados y empresarios, las dificultades
para contratar y despedir personal y la baja relación entre salarios y productividad.
Ninguna de estas dificultades es ajena al turismo.
Algunos de los mencionados, son viejos problemas que
podrían ser resueltos con herramientas que no por clásicas, son ineficientes;
es más, en muchos casos no implican costo económico. Es cuestión de ponerlas en
práctica con consenso y decisión política. La innovación debe contribuir a mejorar la
calidad de la democracia, de las instituciones y por ende la sostenibilidad de
los destinos. Sin duda ello hará que mejorar la sostenibilidad en el turismo, atender a una demanda hipersegmentada con experiencias memorables, posicionar al país en el exterior como un gran destino, con reglas claras para todas las partes involucradas, sea casi una consecuencia de lo anterior.
http://www.wipo.int/export/sites/www/pressroom/en/documents/gii_2018_infographics.pdf
https://revistaalumni.iae.edu.ar/reflexiones-sobre-la-competitividad-en-la-argentina/
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