RESPONSABILIDAD PROFESIONAL
LOS RESPONSABLES TECNICOS DE LAS AGENCIAS… ¿SON RESPONSABLES?
El año pasado, a raíz de la caída de una agencia que dejó pasajeros varados en Brasil, los medios periodísticos daban a conocer que la licencia de la empresa para operar, había sido cancelada por la Secretaría de Turismo de la Nación, y el idóneo había renunciado meses antes. Es decir, estaba totalmente al margen de la ley y había muchas empresas que no lo sabían, y siguieron comprándole. El caso no es el único ni será el último.
La ley que regula a las agencias de viajes en la Argentina, conforme su decreto reglamentario de 1972, exige que para habilitar una agencia, se deba contar con un idóneo o profesional en turismo como representante técnico. En 1975, en la entonces Subsecretaría de Turismo, existían dos registros, uno de profesionales y otro de idóneos (Res. 0323/75; había matriculación y se tomaban exámenes!); se tenía en cuenta que ya comenzaban a ejercer las primeras camadas de licenciados y técnicos en turismo. Más tarde, una resolución del organismo de aplicación, estableció que no se aceptarían más idóneos (gente que sabe pero que no tiene título universitario) pero los que ya estaban en el registro podían continuar en funciones. Ya nadie recordaba que alguna vez existió un Registro de Profesionales. También cayó en el olvido la condición de la creación de dicho registro, que existiría “hasta tanto fueren reglamentado el ejercicio de las profesiones respectivas” (Res. Sectur 763/92). En El Mensajero Turístico de la semana pasada, el asesor legal de la AAAVyT (Asociación Argentina de Agencias de Viajes y Turismo), Agustín Beveraggi, afirma: “La figura del idóneo surge para garantizar que todas las agencias de viajes tengan un profesional dentro de su organigrama de trabajo, es una obligación”. El problema –uno de los tantos….—es que los profesionales , sin mediar contrato que los vincule a la agencia, simplemente firman los papeles y cobran una suma mensual por ello, y las agencias, en lugar de tener en su staff permanente a un profesional, cumplen con la formalidad de presentar la documentación con la firma correspondiente.
El responsable técnico debe ser parte del equipo, como socio, empleado o mediante un contrato de servicios. Los títulos habilitantes deberían ser aquellos con incumbencias específicas en administración de agencias de viajes, dentro del bloque del saber obtenido en la universidad; a cambio de ese saber el profesional debe percibir un honorario, que lo resguarde de favores y presiones.
Cómo podríamos seguir proclamando, aquí y allá, la profesionalización de la actividad, si no contáramos con profesionales de excelencia técnica y moral, que actúen en el respeto de las normas legales y éticas.
El año pasado, a raíz de la caída de una agencia que dejó pasajeros varados en Brasil, los medios periodísticos daban a conocer que la licencia de la empresa para operar, había sido cancelada por la Secretaría de Turismo de la Nación, y el idóneo había renunciado meses antes. Es decir, estaba totalmente al margen de la ley y había muchas empresas que no lo sabían, y siguieron comprándole. El caso no es el único ni será el último.
La ley que regula a las agencias de viajes en la Argentina, conforme su decreto reglamentario de 1972, exige que para habilitar una agencia, se deba contar con un idóneo o profesional en turismo como representante técnico. En 1975, en la entonces Subsecretaría de Turismo, existían dos registros, uno de profesionales y otro de idóneos (Res. 0323/75; había matriculación y se tomaban exámenes!); se tenía en cuenta que ya comenzaban a ejercer las primeras camadas de licenciados y técnicos en turismo. Más tarde, una resolución del organismo de aplicación, estableció que no se aceptarían más idóneos (gente que sabe pero que no tiene título universitario) pero los que ya estaban en el registro podían continuar en funciones. Ya nadie recordaba que alguna vez existió un Registro de Profesionales. También cayó en el olvido la condición de la creación de dicho registro, que existiría “hasta tanto fueren reglamentado el ejercicio de las profesiones respectivas” (Res. Sectur 763/92). En El Mensajero Turístico de la semana pasada, el asesor legal de la AAAVyT (Asociación Argentina de Agencias de Viajes y Turismo), Agustín Beveraggi, afirma: “La figura del idóneo surge para garantizar que todas las agencias de viajes tengan un profesional dentro de su organigrama de trabajo, es una obligación”. El problema –uno de los tantos….—es que los profesionales , sin mediar contrato que los vincule a la agencia, simplemente firman los papeles y cobran una suma mensual por ello, y las agencias, en lugar de tener en su staff permanente a un profesional, cumplen con la formalidad de presentar la documentación con la firma correspondiente.
El responsable técnico debe ser parte del equipo, como socio, empleado o mediante un contrato de servicios. Los títulos habilitantes deberían ser aquellos con incumbencias específicas en administración de agencias de viajes, dentro del bloque del saber obtenido en la universidad; a cambio de ese saber el profesional debe percibir un honorario, que lo resguarde de favores y presiones.
Cómo podríamos seguir proclamando, aquí y allá, la profesionalización de la actividad, si no contáramos con profesionales de excelencia técnica y moral, que actúen en el respeto de las normas legales y éticas.
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